1º Riesgo de Internet

SEXTING

Nuevo término al que nos referimos al envío de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos móviles. Comenzó haciendo referencia al envío de SMS de naturaleza sexual. No sostiene ninguna relación y no se debe confundir el envió de vídeos de índole pornográfico con el término "Sexting". Es una práctica común entre jóvenes, y cada vez más entre adolescentes.

El ‘sexting’ es para los jóvenes una mezcla de diversión y coquetería. Usualmente envían mensajes o fotos sexualmente provocativas para “ligar” con otro, mostrarse a alguien que les gusta, por presión o simplemente porque les parece divertido e inofensivo.

Según un estudio del Indeco el 8% de los menores españoles reciben fotos de gente de su entorno con posturas provocativas y un 4% reconoce haberse hecho a sí mismo este tipo de imágenes. Según una encuesta de Bussiness Wire, publicada el año pasado, muestra que cerca del 20% de los adolescentes hacen sexting, y de este porcentaje, un 80% son menores de 18 años. Mientras que el 60% de los que intercambiaron material de este tipo aseguran habérselo enviado a su novio/a, un 11% admite haber enviado este contenido a otra persona.

“Una imagen en internet es de todos, no pensemos que una imagen en internet se puede recuperar o controlar, ni en las zonas privadas de las redes sociales son seguras”.
Al romperse esta privaticidad los protagonistas de estas fotografías pueden llegar a sufrir acoso y extorsiones que le pueden llegar a acarrear una depresión.
“Los jóvenes se ven sometidos a situaciones de humillación o ensalzamiento publico que pueden derivar en ansiedad, depresión, incluso en exclusión social”
Los padres son vitales a la hora de concienciar a sus hijos, pero en muchas ocasiones no pueden hacerlo ante su desconocimiento de internet y de la telefonía móvil.

Reacciones de los padres:
- “No los controlamos absolutamente para nada, la verdad es que es un peligro total y absoluto”
- “La mayoría de los padres ni se enteran de lo que hacen los hijos, deberían de estar más informados”
- “Creo que sí que estoy preparada, yo funciono con las nuevas tecnologías”

Todo ello en un contexto donde la telefonía móvil está ampliamente extendida, en España 2 de cada 3 menores de 10 a 16 años tiene un terminal propio.

Según la agencia EFE, este es el nombre del último fenómeno que mezcla dos factores explosivos: adolescentes y nuevas tecnologías, y que ha puesto de relieve una importante cuestión legal: ¿Se trata de una simple travesura, o es más bien pornografía infantil?
No obstante, esta práctica, cada vez más extendida, preocupa a padres y educadores, ya que muchas veces del móvil las fotografías saltan a la red donde son colgadas en redes sociales o páginas web.

Esta práctica abre la pregunta sobre la producción de pornografía infantil. ¿Puede acusarse a un menor de posesión de este tipo de material si él es también menor de edad? ¿Se puede asegurar que hay consentimiento al realizarse el envío de imágenes? ¿Qué pasa cuando este material pasa a manos de un adulto? También queda en el aire el grooming: la aberrante práctica de un adulto que se hace pasar por un menor para que éste acceda a enviarle fotografías y/o videos eróticos.

Por último planteo un relato basado en hechos reales:
Una muchacha, de 16 años, le mandó al móvil de su novio, fotos y videos en donde ella aparece desnuda, y otras en donde sólo se tapaba con una toalla. Con el tiempo se pelearon y terminaron su relación, pero el muchacho comenzó a mandar las fotos a todo el mundo. Al momento ya todos tenían las dichosas fotos. La estudiante tuvo que irse del colegio porque las fotos iban de móvil en móvil, y después sus padres la tuvieron que mandar fuera del país.